Sliidee

lunes, 6 de diciembre de 2010

OMG

Lamento no haber publicado, en serio!!!! Pero estuve muy ocupada, tuve una pelea grande con mi novio, y no sabemos si puede volver a funcionar, además estuve con examenes, y bueno... No voy a justificar lo injustificable, asi que, lo lamento, de veras.

Ahora les voy a mostrar la razon del título: Rhema Marvanne.
Es una pequeñita de tan solo 8 años que tiene una voz de infarto. Es cantante de gospel y ya lanz{o al mercado 2 CDs.
Aqui les dejo el link del video para que queden tan asombradas y celosas como yo por su voz ;)
Y si ya la conocen, bueno, mirenlo igual si les sobra tiempo!
''Clickenme''

sábado, 30 de octubre de 2010

Siempre hay una primera vez para todo

CPOV:

No era justo.

Nada era justo.

La vida no era justa.

Di todo de mi, todo, a la muchacha de ojos de mar, solo para que ella después se reencontrara con su mejor amigo de la infancia y echara todo a la basura.

En cuanto Arion dijo ‘el

beso’ no pude pensar en nada más.

Durante mi caminata por el Central Park me di cuenta de que Sophia no merecía mi comportamiento y debía disculparme con ella inmediatamente; después de todo ella no tenia la culpa.

Decidí ir a mi casa y ponerme ese traje que ella amaba tanto, decía que me hacia parecer sacado de una película, y comprarle un ramo de rosas. La iba a llevar a Mc. Donald’s vestido de traje. Mi novia era adicta a esa clase de comidas, y tenían que recordarle constantemente que debía balancear su dieta.

Esperaba que eso compensara mi mal humor de hoy. Además, quien puede decirle que no a un chico vestido con un traje que te invita a ir a tu lugar favorito? Nadie.

Toque timbre, solo para escuchar la voz de Kyros y Cyrek discutiendo sobre quien debía ir y abrir la puerta.

-Chicos, soy yo! –grite.

-ENTRA! –contestaron ambos-. LA PUERTA ESTA ABIERTA!

Hice como me dijeron y los vi a los dos jugando a Halo 3 en frente a la TV.

-Ya me preguntaba por que no levantaban sus traseros para abrir una maldita puerta –me reí.

-Bueno, no puedes dejar una partida de este nivel solo para abrirle la puerta a un hombre de traje con rosas. Y hablando de eso… Qué haces vestido así?

-Voy a llevar a tu hermana a Mc. Donald’s.

-Así? –estallaron en risas ambos.

Me limite a mirarlos con sorna e hice mi camino hasta la planta de arriba, donde vi a Arion acorralando a mi novia. Una mascara de disgusto ocupaba la de ella, y una de deseo la de el.

-Vamos Soph, no te enfades. Ambos sabemos que te gu

sto –dijo el, y eso solo incremento la incomodidad en ella.

-Que le gustó qué? –pregunte, pasito.

-El beso que nos dimos –contesto Arion.

Sentí mi rostro caer. Mis ojos ardían, pero no iba a permitir que una sola lágrima cayera, al menos no en su presencia.

Baje los brazos despacito, y vi como la mirada de Sophia buscaba mis ojos, pero no me sentí lo suficiente fuert

e como para mirarlos. Sabia que me derrumbaría si lo hacia.

-Bueno, en vista de que lo que tenía planeado para esta noche quedo repentinamente cancelado, te dejo estas aquí. Son para ti –dije mirando el suelo mientras dejaba las rosas sobre una estante que había allí cerca. Lentamente me di vuelta y baje las escaleras y camine hasta mi vehiculo con paso pesado, hasta había pedido el coche a mi padre, que era por mucho mas lujoso que el mío; un BMW deportivo que había salido hace poco.

No me apetecía ir a mi casa y encontrarme con mi padre, tampoco podía ir a lo de mis amigos, ya que no lo entenderían, solo se reirían de mi por ser tan melodramático. Pero no estaba exagerando nada, hipotéticamente hablando, obviamente, me habían roto el corazón. Suena cursi cuando lo dices fuerte, pero era la única expresión que describía una fracción de lo que yo sentía en ese momento.

No tenia lugar para ir, excepto… Excepto el cementerio. Desde su funeral que no visitaba a mi madre, y no quería que ella pensara que me había olvidado de ella. Para nada.

Una vez que ella se fue, nunca me referí a su persona en pasado, nunca dije ‘Ella fue…’, o ‘ella dijo…’. Siempre me refería a ella como ‘es’, ‘dice’ y así.

En mi cuarto tenia una foto de ella, como es debido, pero no habíamos agregado más, o cosas que nos recordaran a ella. Dejamos toda su ropa y pertenencias en su lugar. Al principio yo esperaba que ella llegara a casa con su típico ‘Hola chicos, como te fue hoy en el instituto, hijo? Y a ti en el trabajo, cariño?’ y después me besaba una mejilla y a mi padre en los labios.

Cuantas veces me había quejado por sus saludos, no tengo idea, pero sabía que había sido un estúpido al hacerlo. Era una de las cosas que mas extrañaba de ella.

Lentamente aparqué en el bordillo junto al cementerio.

Nunca había ido, y no tenia idea de cómo llegar a su tumba y que iba a hacer una vez allí.

Perdón por tardarme tanto, no voy a darles excusas porque ninguna es lo suficientemente buena como para justificar el no haber subido ni un capitulo. Pero bueno, aquí lo tienen, así que disfruten!

Cuídense, os quiero.

Lali.

viernes, 8 de octubre de 2010

PREMIOS!!!

Qué emoción! Mis primeros premios!

Tengo que deshacerme en agradecimientos ante Elii, que siempre esta cuando necesito hablar con alguien.

Gracias amiga! Significas mucho para mi!

Todo por un labio.

No me apetecía que Cullen me llevara a casa, estaba de lo más malhumorado y yo no estaba como para soportarlo, así que le dije que se marchara.
-Mamá? –pregunte por el móvil.
-Si, cariño. Ocurre algo? –contesto la vos al otro lado.
-Podrías pasar a por mi? No tengo como ir a casa.
-Claro que si. Paso algo con Cullen? –pregunto, preocupada.
-No, nada. Te explico en el auto.
Dicho eso me despedí y corte.
Me tenía que cambiar a ropa de calle, y como no había ninguna enfermera cerca para ayudarme, decidí tratar yo sola. Para que...
Cuando trataba de calzarme un pantalón de chándal, me enredé con la escayola y caí de cara al piso. Como consecuencia me partí el labio y me hice un moratón en plena frente.
El labio sangraba de una forma alarmante, y por suerte una enfermera que pasaba por allí oyó mi golpe y acudió a mi habitación corriendo.
-Señorita! Que esta tratando usted de hacer? Quiere matarse?
-Llámeme Sophia, por favor. Y no, no quiero matarme, solo quería ponerme ese pantalón –dije señalándolo con el mentón ensangrentado-. Es normal que el labio sangre tanto?
-Si, no se preocupe. Venga que la ayudo.
Con su ayuda conseguí vestirme sin ningún inconveniente, pero no me dejo ayudarla a limpiar el charquito de sangre que había dejado en el suelo.
-Me acaban de comunicar que su madre esta afuera. Vamos.
Me subió en una silla de ruedas y me llevo hasta el auto. Me despedí de ella y cerré la puerta.
-Qué paso con Cullen? –pregunto sin mas preámbulos.
-Estaba de muy mal humor por lo de los paparazis. Solo eso.
-Arion te esta esperando en casa. –Eso fue lo último que dijimos en todo el viaje, ya que ninguna de las dos tenía nada que decir.
Entre a casa ayudada por mama, y efectivamente, ahí estaba Arion esperándome.
-Qué te paso? Si fue ese novio tuyo te juro que voy a... –dijo con cara de enfado.
-Tranquilo, no fue el. Ayer de noche rodé por las escaleras, y el labio y el moratón me los hice hoy tratando de vestirme yo sola.
No se si me creyó o no, pero al final pareció bastante convencido, así que comenzamos a charlar de cualquier cosa.
-Te esta sangrando el labio –dijo de repente.
-Ah, que mala suerte –dije mientras me lo cubría con el dedo. El rápidamente lo quito y me beso así sin más.
En menos de una milésima de segundo lo empuje hacia atrás, cogí mis muletas y salí de me habitación echa una furia.
El me alcanzo con facilidad antes de que pudiera encerrarme en el baño.
-Vamos, Soph, no te enfades. Ambos sabemos que te gusto –dijo mientras me acorralaba contra la pared.
-Que le gustó qué? –pregunto Cullen, que recién había terminado de subir las escaleras. No lo había oído llegar. Venia con un ramo de rosas blancas y una ropa demasiado elegante como para estar en casa.
-El beso que nos dimos.
Su cara de decepción que tal que hasta las rosas parecían tristes. Literalmente se me partió el corazón.

Volvii!!

HOLAA!!! Lamento haber estado tanto tiempo desaparecida, pero creo que podríamos echarle la culpa al colegio, actividades extracurriculares y a mi novio!!! (Pueden creerlo?! Es súper tierno!)

Igual, creo que nada de eso excusa mi comportamiento, tendría que haber buscado algún hueco en mis días para publicar, pero la verdad es que no lo hice :/ Debe ser que estoy enamoradaa...

Bueno, esperen un capitulo muy emocionante para dentro de un rato.

Besos, las amo!

viernes, 6 de agosto de 2010

Sí, si puedo creerlo.

Sabía perfectamente de quien era esa interrupción: Arion.
-Hola Arion, este es mi novio, Cullen. Cullen, este es mi mejor <<amigo griego>>, Arion.- Los presente, pero Arion parecía querer matarlo con la mirada.
-Cullen acaba de llegar –continúe-. Quería darme una sorpresa, por eso llego antes –le sonreí a mi novio.
Mi amigo parecía molestarse más con cada palabra que decía, así que se despidió rápidamente murmurando algo que tenia que ir al hotel y se fue.
-En donde estábamos? –pregunto insinuante Cullen, arqueando una ceja mientras se acercaba a mi.
-Espera –lo frene-. Tengo una sorpresa para ti.
Me zafé de su abrazo y corrí hasta mi habitación.
-Sophia? En donde estas? –pregunto desde la planta de abajo.
Baje las escaleras muy rápido, tanto, que tropecé y rodé escaleras abajo.
-SOPHIA! –gritó-. Cálmate, todo esta bien! –agrego al escuchar un grito de agonía por mi parte mientras me tomaba en brazos.
-Me rompí el tobillo! Mierda!, hace una semana me sacaron la escayola del brazo y ahora me van a tener que poner otra en la pierna! Te digo que tengo una suerte de...
-Bueno, no entremos en detalles –me interrumpió antes de que dijera algo de lo que me pudiera llegar a arrepentir-. Te llevare al hospital. Te quitare las botas, e iré a buscar un par de zapatos normales.
Hasta el momento no me había dado cuenta de lo mucho que me dolía. Estaba demasiado conmocionada como para darme cuenta, pero ahora, que el dolor de un hueso fracturado comenzaba a caer sobre mí poco a poco, los ojos se me llenaron de lágrimas que lentamente se derramaron por mis mejillas.
-Tranquila, todo va a estar bien. Te traje un antiinflamatorio para el dolor –dijo mientras me enseñaba la píldora y las zapatillas que había bajado.
Yo seguía llorando cuando llegamos al hospital.
Los paparazis tenían más que reconocido el coche de Cullen, por eso lo persiguieron cuando vieron que el automóvil se alejaba a toda velocidad de mi casa.
Me dieron un calmante y me enyesaron la pierna derecha hasta la rodilla. Genial. Encima que pesaba un montón!
Mi novio telefoneo a mamá y papá, que estaban con mi hermano para avisarles.
Pasamos la noche en el hospital, ya que ninguno tenía ganas de conducir.
-No vas a poder creerlo! –me despertó Cullen por la mañana.
-Qué ocurre? Seguía media dormida, entonces mi voz sonó pastosamente patética.
-Estos fotógrafos de mier... –respiro hondo-. Tus amigos de las cámaras dieron por hecho que el que te había roto la pierna fui yo. –Me mostro la portada de una revista de chismes, en la que aparecía mi cara bañada en lagrimas de la noche anterior en un coche de Cullen y unas letras enormes en amarillo debajo que decían:
ES ACASO SOPHIA KARKOS VICTIMA DE VIOLENCIA DOMESTICA? SERA CULLEN STEVENS, SU NOVIO, EL CAUSANTE DE ESTAS LAGRIMAS?
-Déjalos tranquilos. Son unas pobres almas que no tienen nada más que hacer en este mundo. Además, cuando salga, seguro que habrá muchísimos con los que aclarar que están de lo más equivocados.

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Espero que les guste la entrada. Para ser sincera, no tenía ni la más mínima gota de inspiración, pero trate de formar una entrada para ustedes.
No olviden pasarse por mi otro blog (AQUÍ), y quería pedirles si por favor podían pasarse por el blog de una chica, que, por mas que acaba de comenzar, tiene un talento asombroso, o eso me pareció a mi. Pásense, de veras que vale la pena AQUÍ.
Besos y comenten! Lali.

viernes, 23 de julio de 2010

Su camiseta favortia.

Me desperté de lo más emocionada: hoy por la noche llegaba Cullen.
Había pensado darme una ducha rápida, pero una vez adentro, con el agua caliento tocando la piel desnuda me mis brazos y espalda, se me hizo imposible.
Antes de que me diera cuenta, ya habían pasado veinte minutos, y se podía escuchar ruido en la planta baja. Apagué la ducha y me sequé rápidamente.
Me calcé un pantalón de fibra bastante holgado (y viejo), con una sudadera que me había dejado Cullen; resultaba ser su favorita.
Como era sábado, y no tenía ánimos para hacer nada, simplemente me metí en la cama nuevamente y cogí mi laptop.
Chequeé mis redes sociales, chateé un rato con fans y gente que de verdad conocía, y, sin que me diera cuenta, me quede dormida.
-Sabias que son las tres y media de la tarde? –dijo mi hermano mientras con un dedo me tocaba la mejilla una y otra vez.
-Para ya... –murmure media dormida, pero como vi que no iba a desistir...-. Vale, ya me levanto.
Lentamente me senté en la cama mientras me frotaba los ojos.
-Qué hora dijiste que era? –pregunte con voz pastosa.
-Tres y media, bueno, cuatro menos cuarto. Levántate, mamá dice que tienes el almuerzo abajo.
Después de que lograra que saliera de mi habitación, lentamente me levante y me puse unas botas de algodón que tenía. No eran para usar y salir a la calle, no tenían suela, eran para estar en casa.
Antes de comenzar a comer, analice mi comida: pescado y espinacas.
-Mamá, sabes que odio esta comida –refunfuñe.
-Desde que tu... –se le hizo un nudo en la garganta-. Desde aquel incidente, has estado comiendo mucho menos, sin contar el peso que bajaste mientras..., bueno, tú sabes.
Tarde unos minutos en asimilar sus palabras.
-Vale, comeré solo las espinacas.
Las mastiqué sin saborearlas. Ahora entendía porque a Cyrek se le había dibujado una sonrisa en el rostro y había empezado a carcajearse cuando dijo que mamá me esperaba con la comida.
Terminé lo más rápido que pude, y mamá accedió a no decírselo a papá.
Entre tonteras se paso la tarde, y el avión de Cullen aterrizaría en dos horas.
Decidí que no me iba a cambiar hasta que no fuera estrictamente necesario, así que comencé a cocinar la comida favorita de mi novio para dársela cuando llegara: bollos caseros.
Se me ocurrió que estaría de lo más aburrido en el avión, y lo llamé.
Los bollos me estaban dando un trabajo gigante cuando por fin él se digno a recoger la llamada.
-Hola. Quién es? –dijo la voz que tanto amaba del otro lado del teléfono.
-No puedo creerlo –reí-. Creí que me conocías.
-Y te conozco –ahora fue él el que rio-. Es que no me reconoció el número.
-Ahh... Excusas, excusas. Cómo estas?
-Extrañándote. Te quiero mucho.
-Algo que no sepa, por favor... –dije en broma. Me encantaba cuando me decía esas cosas, me hacia sentir... especial.
-Jajaja. Estoy muy aburrido. Qué traes puesto?
-Qué clase de pregunta pervertida es esa?
-No tiene segundas intenciones, lo juro. Simplemente quiero saber. –Su tono de voz destilaba sinceridad, así que le creí.
-Tengo puestos unos...
-Déjame adivinar –me interrumpió-. Tienes puestos esos shorts de fibra que tan bien te quedan, tus botas de tela... y mi camiseta favorita, no?
La cuchara se calló de mi mano.
-Cómo...? –Sentí un ruido en la ventana así que volteé.
Y allí estaba él, perfecto como nadie lo había estado nunca, insoportablemente guapo, y era mío.
Tire todo y abrí la ventana de un tirón, dejándolo pasar, mientras lo abrazaba.
Entre besos apasionados y abrazos, conseguí sentarme en la encimera de la cocina.
-Qué estas haciendo aquí?! Se supone que tu avión llegaría... –mire el reloj que había colgado en la pared-, a eso de las once y media, y son las diez menos cuarto!
Con una sonrisa gigante en el rostro, dijo:
-Convencí al entrenador que me dejara irme en el vuelo que salía antes. Y aquí estoy.
Lo abrace muy fuerte, y el comenzó a besarme el cuello.
-No sabes cuanto te extrañe –murmuro mientras me besaba.
Cogí su rostro entre mis manos y le mire fijamente a los ojos.
-Debe de ser tu <<extrañe>> insignificante comparado con el mío –y lo abrace como no lo había abrazado nunca, y el, como no, le devolvió el abrazo.
-Ehemm... –interrumpió alguien.

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Hola! Espero que les guste la entrada! Se que es un poco larga, pero me deje llevar con la escena romántica, lo siento =), aunque en realidad no lo hago en absoluto.
Por favor comenten, que me pone muy contenta ver sus comentarios, ya sean criticas o cualquier cosa, y cuando estoy feliz, escribo, y cuando escribo, Uds. son felices, y si Uds. son felices, todos estamos bien ;D.
Un besoo, Lali.