Sliidee

sábado, 30 de octubre de 2010

Siempre hay una primera vez para todo

CPOV:

No era justo.

Nada era justo.

La vida no era justa.

Di todo de mi, todo, a la muchacha de ojos de mar, solo para que ella después se reencontrara con su mejor amigo de la infancia y echara todo a la basura.

En cuanto Arion dijo ‘el

beso’ no pude pensar en nada más.

Durante mi caminata por el Central Park me di cuenta de que Sophia no merecía mi comportamiento y debía disculparme con ella inmediatamente; después de todo ella no tenia la culpa.

Decidí ir a mi casa y ponerme ese traje que ella amaba tanto, decía que me hacia parecer sacado de una película, y comprarle un ramo de rosas. La iba a llevar a Mc. Donald’s vestido de traje. Mi novia era adicta a esa clase de comidas, y tenían que recordarle constantemente que debía balancear su dieta.

Esperaba que eso compensara mi mal humor de hoy. Además, quien puede decirle que no a un chico vestido con un traje que te invita a ir a tu lugar favorito? Nadie.

Toque timbre, solo para escuchar la voz de Kyros y Cyrek discutiendo sobre quien debía ir y abrir la puerta.

-Chicos, soy yo! –grite.

-ENTRA! –contestaron ambos-. LA PUERTA ESTA ABIERTA!

Hice como me dijeron y los vi a los dos jugando a Halo 3 en frente a la TV.

-Ya me preguntaba por que no levantaban sus traseros para abrir una maldita puerta –me reí.

-Bueno, no puedes dejar una partida de este nivel solo para abrirle la puerta a un hombre de traje con rosas. Y hablando de eso… Qué haces vestido así?

-Voy a llevar a tu hermana a Mc. Donald’s.

-Así? –estallaron en risas ambos.

Me limite a mirarlos con sorna e hice mi camino hasta la planta de arriba, donde vi a Arion acorralando a mi novia. Una mascara de disgusto ocupaba la de ella, y una de deseo la de el.

-Vamos Soph, no te enfades. Ambos sabemos que te gu

sto –dijo el, y eso solo incremento la incomodidad en ella.

-Que le gustó qué? –pregunte, pasito.

-El beso que nos dimos –contesto Arion.

Sentí mi rostro caer. Mis ojos ardían, pero no iba a permitir que una sola lágrima cayera, al menos no en su presencia.

Baje los brazos despacito, y vi como la mirada de Sophia buscaba mis ojos, pero no me sentí lo suficiente fuert

e como para mirarlos. Sabia que me derrumbaría si lo hacia.

-Bueno, en vista de que lo que tenía planeado para esta noche quedo repentinamente cancelado, te dejo estas aquí. Son para ti –dije mirando el suelo mientras dejaba las rosas sobre una estante que había allí cerca. Lentamente me di vuelta y baje las escaleras y camine hasta mi vehiculo con paso pesado, hasta había pedido el coche a mi padre, que era por mucho mas lujoso que el mío; un BMW deportivo que había salido hace poco.

No me apetecía ir a mi casa y encontrarme con mi padre, tampoco podía ir a lo de mis amigos, ya que no lo entenderían, solo se reirían de mi por ser tan melodramático. Pero no estaba exagerando nada, hipotéticamente hablando, obviamente, me habían roto el corazón. Suena cursi cuando lo dices fuerte, pero era la única expresión que describía una fracción de lo que yo sentía en ese momento.

No tenia lugar para ir, excepto… Excepto el cementerio. Desde su funeral que no visitaba a mi madre, y no quería que ella pensara que me había olvidado de ella. Para nada.

Una vez que ella se fue, nunca me referí a su persona en pasado, nunca dije ‘Ella fue…’, o ‘ella dijo…’. Siempre me refería a ella como ‘es’, ‘dice’ y así.

En mi cuarto tenia una foto de ella, como es debido, pero no habíamos agregado más, o cosas que nos recordaran a ella. Dejamos toda su ropa y pertenencias en su lugar. Al principio yo esperaba que ella llegara a casa con su típico ‘Hola chicos, como te fue hoy en el instituto, hijo? Y a ti en el trabajo, cariño?’ y después me besaba una mejilla y a mi padre en los labios.

Cuantas veces me había quejado por sus saludos, no tengo idea, pero sabía que había sido un estúpido al hacerlo. Era una de las cosas que mas extrañaba de ella.

Lentamente aparqué en el bordillo junto al cementerio.

Nunca había ido, y no tenia idea de cómo llegar a su tumba y que iba a hacer una vez allí.

Perdón por tardarme tanto, no voy a darles excusas porque ninguna es lo suficientemente buena como para justificar el no haber subido ni un capitulo. Pero bueno, aquí lo tienen, así que disfruten!

Cuídense, os quiero.

Lali.

viernes, 8 de octubre de 2010

PREMIOS!!!

Qué emoción! Mis primeros premios!

Tengo que deshacerme en agradecimientos ante Elii, que siempre esta cuando necesito hablar con alguien.

Gracias amiga! Significas mucho para mi!

Todo por un labio.

No me apetecía que Cullen me llevara a casa, estaba de lo más malhumorado y yo no estaba como para soportarlo, así que le dije que se marchara.
-Mamá? –pregunte por el móvil.
-Si, cariño. Ocurre algo? –contesto la vos al otro lado.
-Podrías pasar a por mi? No tengo como ir a casa.
-Claro que si. Paso algo con Cullen? –pregunto, preocupada.
-No, nada. Te explico en el auto.
Dicho eso me despedí y corte.
Me tenía que cambiar a ropa de calle, y como no había ninguna enfermera cerca para ayudarme, decidí tratar yo sola. Para que...
Cuando trataba de calzarme un pantalón de chándal, me enredé con la escayola y caí de cara al piso. Como consecuencia me partí el labio y me hice un moratón en plena frente.
El labio sangraba de una forma alarmante, y por suerte una enfermera que pasaba por allí oyó mi golpe y acudió a mi habitación corriendo.
-Señorita! Que esta tratando usted de hacer? Quiere matarse?
-Llámeme Sophia, por favor. Y no, no quiero matarme, solo quería ponerme ese pantalón –dije señalándolo con el mentón ensangrentado-. Es normal que el labio sangre tanto?
-Si, no se preocupe. Venga que la ayudo.
Con su ayuda conseguí vestirme sin ningún inconveniente, pero no me dejo ayudarla a limpiar el charquito de sangre que había dejado en el suelo.
-Me acaban de comunicar que su madre esta afuera. Vamos.
Me subió en una silla de ruedas y me llevo hasta el auto. Me despedí de ella y cerré la puerta.
-Qué paso con Cullen? –pregunto sin mas preámbulos.
-Estaba de muy mal humor por lo de los paparazis. Solo eso.
-Arion te esta esperando en casa. –Eso fue lo último que dijimos en todo el viaje, ya que ninguna de las dos tenía nada que decir.
Entre a casa ayudada por mama, y efectivamente, ahí estaba Arion esperándome.
-Qué te paso? Si fue ese novio tuyo te juro que voy a... –dijo con cara de enfado.
-Tranquilo, no fue el. Ayer de noche rodé por las escaleras, y el labio y el moratón me los hice hoy tratando de vestirme yo sola.
No se si me creyó o no, pero al final pareció bastante convencido, así que comenzamos a charlar de cualquier cosa.
-Te esta sangrando el labio –dijo de repente.
-Ah, que mala suerte –dije mientras me lo cubría con el dedo. El rápidamente lo quito y me beso así sin más.
En menos de una milésima de segundo lo empuje hacia atrás, cogí mis muletas y salí de me habitación echa una furia.
El me alcanzo con facilidad antes de que pudiera encerrarme en el baño.
-Vamos, Soph, no te enfades. Ambos sabemos que te gusto –dijo mientras me acorralaba contra la pared.
-Que le gustó qué? –pregunto Cullen, que recién había terminado de subir las escaleras. No lo había oído llegar. Venia con un ramo de rosas blancas y una ropa demasiado elegante como para estar en casa.
-El beso que nos dimos.
Su cara de decepción que tal que hasta las rosas parecían tristes. Literalmente se me partió el corazón.

Volvii!!

HOLAA!!! Lamento haber estado tanto tiempo desaparecida, pero creo que podríamos echarle la culpa al colegio, actividades extracurriculares y a mi novio!!! (Pueden creerlo?! Es súper tierno!)

Igual, creo que nada de eso excusa mi comportamiento, tendría que haber buscado algún hueco en mis días para publicar, pero la verdad es que no lo hice :/ Debe ser que estoy enamoradaa...

Bueno, esperen un capitulo muy emocionante para dentro de un rato.

Besos, las amo!